Toda ciencia tiene bases en otra, desde que los griegos empezaron a filosofar y dijeron que
todo era filosofía, con los años y la diversificación del pensamiento, las distintas áreas de
estudio de los científicos se fueron desmitificando y especializando, alquimistas pasaron a ser
químicos, místicos pasaron a ser astrónomos, hueseros pasaron a ser doctores, y una larga
lista de términos que suenan mejor en un libro de fantasía de lo que suena en nuestra realidad
actual, suena a magia negra cuando digo que consumí sangre de cangrejo de las
profundidades, pero eso es insulina y se ocupa para la diabetes. De manera similar, la
criminología empieza como una amalgama de las ciencias sociales, específicamente de la
psicología, la sociología y la antropología, que son ciencias que estudian el comportamiento
humano en distintos niveles, desde el comportamiento individual, pasando por el
comportamiento de agrupaciones y hasta el comportamiento de culturas enteras a lo largo de
grandes periodos de tiempo, la criminología toma todas estas ciencias y les da un enfoque,
dicho enfoque es el fenómeno del delito, y las múltiples interrogantes que este acarrea.
Pero las ciencias sociales no son las únicas que apoyan a criminología, también tenemos
ciencias aplicadas, como la economía, que tienen sus garras en las justificaciones de gran
parte del crimen organizado, así como una parte de las respuestas que la rama criminalista
busca, recordemos que, en la actualidad, el lavado de dinero, la evasión fiscal, y el tráfico de
drogas, son delitos casi totalmente motivados por razones económicas, donde los nichos del
mercado y las tendencias de la misma suelen ser ocupados por el oportunista delincuente que
busca el dinero. Muchos economistas argumentaron, en su día, que las medidas de Bukele
para su nación eran un problema, debido a que el narcotráfico era una porción muy grande de
la economía. Esto, claro, en palabras del propio Bukele. Quien aseguró que estas
consecuencias económicas eran mínimas comparadas con las consecuencias de tener a estos
individuos en libertad, pero este es un argumento ético, no científico, para esos debates donde
se planean los límites que deben imponerse a la ciencia, el interés supersede a los resultados.
Otra ciencia que entra en este grupo es la medicina, como se mencionó hace algunas entradas
en este blog, hubo una escuela que quiso desentrañar las justificación biológica del crimen,
para estos individuos, el comportamiento humano humano era consecuencia de la
interpretación a conciencia de los distintos impulsos neurológicos y reacciones químicas de
nuestro cuerpo, fue John b Watson quien nos reduje a un mero centro de comandos, y como
tal, uno que podía ser modificado, donde cualquier comportamiento inaceptable o conflictivo
podía ser, simplemente, exterminado. Durante este periodo de la historia humana, la respuesta
a la interrogante criminal era sencilla, si cometiste el crimen en total uso de tus facultades,
cárcel, si lo cometiste por algún problema mental, asilo, las lobotomías estaban de moda, en la
actualidad somo más conscientes, y tenemos tratamientos para cleptómanos, y formas de
ayudar a integrar a los sociópatas y las personas con trastorno antisocial, esto gracias a una
cooperación entre las dos ciencias.
Esta perspectiva no es lo único que ha cambiado con tiempos más recientes, otra ciencia es la
de la computación y la informática, con los nuevos avances en la tecnología y el lugar que esta
ocupa en la sociedad nos encontramos con un mundo totalmente nuevo, con crímenes nuevos
y legislaciones nuevas donde los delitos son de origen digital y requieren de una adaptación de
la criminología para trabajar con estas, puesto que los ladrones ya no solo son aquellos
quienes roban en la calle, si no que existen personas que recurren a la ingeniería social y a
diferentes métodos de extorsión e invasión para obtener información crucial que permita
acceso a las cuentas bancarias o a las credenciales de algún individuo en cuestión, con estos
nuevos crímenes que recorren no solo a los ataques informáticos, si también ataques que
utilizan la ingeniería social para engañar a las personas sin que estos se den cuenta que están
siendo victimas hasta que es demasiado tarde, una vez ya cayeron en la trampa, es con esos
nuevos crímenes que las ciencias criminológicas deben lidiar en la actualidad, en un intento por
explicar sus motivaciones, y por poder crear programas de concientización para lidiar con
estos.
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